"Gracias montaña por haberme dado lecciones de vida, por que fatigado he aprendido a gustar el reposo, por que sudando he aprendido a apreciar un sorbo de agua fresca, por que cansado me he detenido y he podido admirar la belleza de una flor, la libertad de un vuelo de pájaros, respirar el perfume de la sencillez, por que solo, sumergido en tu silencio, me he visto en el espejo y espantado he admitido mi necesidad de verdad y amor, por que sufriendo he saboreado la maravilla de la cumbre, percibiendo que las cosas verdaderas, aquellas que llevan a la felicidad, se obtienen sólo con fatiga, y quien no sabe sufrir nunca podrá entender".

Battistino Bonali alpinista Italiano, Fallecido en la cara norte del Huascarán – Perú 1993.

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martes, 24 de julio de 2012

Caza Fotográfica

La fotografía de naturaleza es una modalidad del amplio tema fotográfico que trata de enmarcar en el papel la grandiosidad de los paisajes, la fauna, la flora y los pequeños detalles. La fotografía de la naturaleza tiende a centrar su atención en la captación de aspectos estéticos, muy por encima de otros tipos de fotografía.

Que puede ser mas autentico que observar a la naturaleza y cazar un instante de su alma, de su belleza, para que perdure en nosotros recordándonos que también formamos parte de ella.


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Ardilla Roja o Común
(Sciurus vulgaris)


La ardilla roja (Sciurus vulgaris), o simplemente ardilla común, es una especie de roedor esciuromorfo de la familia Sciuridae. Es una de las ardillas más extendidas por los bosques de Europa.


La ardilla es una especie antigua. Se han encontrado restos fósiles entre los 20 y 30 millones de años de edad. Hoy en día, las ardillas habitan en los cinco continentes. En españa podemos encontrar ejemplares de dos especies, la ardilla roja y la moruna.

La ardilla roja es un animal muy sociable y simpático. Es habitual verla en parques o jardines. Lleva bastante bien la presencia humana y puede aceptar alimentos de las personas. Sin embargo, cuando vive en los bosques y no está acostumbrada a las personas, huye al menor ruido o movimiento. Una vez a salvo, su curiosidad hará que mire lo que ha provocado su huida.

Las ardillas son animales sumamente rápido y ágiles. Esto es debido a las uñas que tiene en sus dedos, que permiten una buena sujeción a los árboles. Al descender de un árbol, siempre lo hace cabeza abajo. La movilidad que tiene en sus patas delanteras le permiten sujetar y pelar los alimentos con gran facilidad.

El nido que construyen estos animales son de suma importancia. Suele tener más de uno en su territorio, que suele ser entre 200 y 300 metros. Los machos delimitan esos territorios mediante la orina y otras marcas. El nido principal es el que utiliza la hembra para dar a luz a sus crías y el resto para descansar, como refugio o como almacén de alimentos.

El agua es un factor que condiciona su existencia como especie, por lo que necesita vivir cerca de lugares con presencia continua de agua como pueden ser los ríos, manantiales, arroyos, etc.

La ardilla es un animal activo durante todo el año, por lo que no hiberna. Cuando llegan los días más fríos o más calurosos, disminuye su actividad refugiándose en sus nidos. Las horas de mayor actividad de este animal son las primera del día, al amanecer, y las primeras de la tarde.

Características

Su cuerpo mide entre 20 y 30 cm y su cola entre 15 y 25 cm. Pesa de 250 a 340 g. Su pelaje es de color rojizo. Cuando llega el invierno aparecen unos penachos de pelos en las orejas. En sus patas anteriores ó manos tiene cuatro dedos mientras que en las posteriores tiene cinco. No presentan dimorfismo sexual.




Comportamiento

Es habitante habitual de los bosques de coníferas, aunque también está presente en otras formaciones arbóreas. Desarrolla su actividad durante el día buscando y consumiendo frutos, semillas, cortezas e incluso insectos, huevos y aves. No hiberna sino que se mantiene activa consumiendo lo que ha ido almacenando en diferentes oquedades de los árboles y las rocas. Desarrolla su actividad en los árboles aunque no duda en bajar de ellos para recoger alimento. También nada con soltura.

Reproducción y mortalidad

El periodo reproductivo ocurre a fines del invierno, y en verano. Una hembra tiene dos camadas por año, usualmente con tres o cuatro cachorros, excepcionalmente seis. La gestación dura 38-39 días. Nacen desvalidos, ciegos, sordos, pesando 10-15 g; su cuerpo se cubre de pelo a los 21 días, ojos y orejas abren después de 3-4 semanas, desarrollan su dentadura a los 42 días. Comienzan a comer sólido a los 40 días, y el destete a las 8-10 semanas.

Los machos detectan las hembras en estro por su olor, y aunque no hay cortejo, y múltiples machos avanzan a una sola hembra fértil, finalmente el macho dominante, usualmente el más grande del grupo, se junta con ella. Machos y hembras se aparean múltiples veces con muchos compañeros. La hembra debe alcanzar un mínimo peso corporal antes de entrar en estro, y la hembra más pesada produce más crías. Si el alimento escasea, la preñez puede perderse. Típicamente, una hembra produce su primera camada al segundo año.

La esperanza de vida es en promedio de tres años, aunque puede llegar a 7, y 10 en cautiverio. La supervivencia está positivamente vinculada a la disponibilidad de semillas en otoño–invierno. El 75-85% de los jóvenes muere durante su primer invierno, y la mortalidad es aproximadamente de 50% para los inviernos subsiguientes.

Fuentes:

-  Enciclopedia Wikipedia
-  http://ardillas.anipedia.net/
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Cabra Montés
(Capra Pyrenaica)


El íbice ibérico o cabra montés (Capra pyrenaica) es una de las especies de bóvidos del género Capra que existen en Europa. Las otras especies del género son el íbice alpino o cabra de los Alpes (Capra ibex), el íbice siberiano (Capra sibirica), el tur del Cáucaso occidental (Capra caucasica), el tur del Cáucaso oriental (Capra cylindricornis), la cabra salvaje o cabra bezoar (Capra aegagrus), el markhor (Capra falconeri), el íbice de Nubia (Capra nubiana) y el íbice de Etiopía (Capra walie). Antiguamente repartido por el sur de Francia, Andorra, España y Portugal, el íbice ibérico es un endemismo que actualmente se encuentra principlamente en las áreas montañosas de España y del norte de Portugal.



El íbice ibérico es una especie con fuerte dimorfismo sexual, al igual que muchos otros bóvidos. Las hembras miden unos 1,20 metros de largo y otros 60 de altura en la cruz, pesando entre 30 y 45 kilos. Tiene cuernos bastante cortos y se parece bastante a una cabra doméstica, aunque la cabra doméstica tendría su origen en la cabra bezoar (Capra aegagrus) y/o en el markhor (Capra falconeri). Los machos, en cambio, pueden llegar a los 148 centímetros de largo y tener una altura de 77 centímetros en la cruz, alcanzando un peso máximo de 110 kilos. Los cuernos de los machos son notablemente gruesos y pueden llegar a ser el triple de largos que los de las hembras. Están más separados entre sí que los cuernos de otras especies del género Capra. Los machos adultos tienen también una cara más alargada y la típica barba de chivo oscura bajo la mandíbula.

El color y longitud del pelaje varía según las
subespecies y la época del año, tornándose más largo y grisáceo en invierno. Tras las mudas de pelo de abril y mayo, el color es pardo o canela, con manchas oscuras en la parte inferior de las patas que en los machos adultos pueden extenderse hacia los costados, hombros y vientre. La parte central de éste es blanca en ambos sexos, y la cola negra y corta (12-13 cm.). La fenología del pelaje podría ser uno de los factores importantes en los ciclos estacionales de algunos parásitos transmitidos por contacto como son por ejemplo los ácaros causantes de la sarna sarcóptica.





Esta especie se desenvuelve por igual de día y de noche, aunque sus máximas horas de actividad se localizan por la mañana y a finales de la tarde, cerca del crepúsculo. En invierno desarrollan su actividad en las horas centrales del día, que es cuando hace más calor.

Son animales sociables, pero cambian a menudo de manada. Ésta puede estar constituida por machos adultos, hembras con sus crías o adolescentes de ambos sexos (en este último caso, sólo durante el verano). Los machos y las hembras adultas se reúnen en la época de celo, en los meses de
noviembre y diciembre -caracterizados por los violentos combates cabeza contra cabeza de los machos. La inversión en masa testicular es un factor muy importante en los procesos de selección sexual. En el íbice ibérico esta inversión es mayor durante la temporada de celo, especialmente en edades en las que los individuos son subordinados que optan por una estrategia reproductiva de persecución y no de monopolización de la hembra. Las crías (una por parto) nacen en mayo.

Habitan tanto en bosques como en extensiones herbáceas, en cotas montañosas de entre 500 y 2500 metros de altura. La dieta es predominantemente herbácea, aunque en invierno se torna más arbustiva. Si es necesario, excavan en la nieve para acceder hasta la vegetación.






La cabra montés cuenta con lobos, osos y águilas como depredadores naturales, pero éstos han desaparecido en los últimos tiempos de amplias zonas de su distribución. La caza de esta especie por parte del hombre se producía ya en la Prehistoria, primero a cargo del hombre de Neandertal y desde hace 40-35000 años, por nuestra especie. Son abundantes sus restos en las cuevas paleolíticas y aparece representada con frecuencia en las pinturas rupestres de toda la Península Ibérica.




Con la introducción de la agricultura y el aumento de la población humana (y con ello, de la caza), su población desapareció de varias zonas y en otras menguó ostensiblemente. En tiempos recientes, el hecho de ser una especie única en el mundo, endémica de la Península, la convirtió en una cotizada especie de caza mayor. Se tiene constancia de la llegada expresa de cazadores procedentes de Francia y el Reino Unido durante los siglos XIX y XX, especialmente al Pirineo, buscando cazar algún ejemplar y conseguir un trofeo.




Al igual que para otras especies de ungulados de montaña, los parásitos y las enfermedades tienen también un papel importante como regulador de las poblaciones. Sin embargo, alteraciones en las relaciones ‘parasito-hospedador’ conducen en ocasiones a marcados desequilibrios y a epizootias. Por ejemplo, la sarna sarcoptica, endemia en algunas zonas, también es capaz de poner en riesgo algunas poblaciones. Esta enfermedad, a veces mortal para los íbices, afecta de forma desigual a los machos y a las hembras, y limita las capacidades reproductivas de los individuos.



Ya a finales del siglo XIX, la población de cabra montés estaba en rápida regresión, habiéndose extinguido la subespecie gallego-portuguesa. Alfonso XIII de España creó en 1905 el Refugio Real de Caza de la Sierra de Gredos para limitar la caza de este animal en la zona y salvar así a la entonces reducida población local, pero no tomó mayores medidas por el salvamento de la especie. No fue hasta 1950 cuando comenzaron a crearse numerosas reservas para proteger la cabra montés, aunque en muchos casos no se crearon políticas adecuadas al efecto. La extinción reciente del bucardo se debe en buena medida a ello, reducido a sólo 20 ejemplares en 1970 y condenado por tanto a la desaparición en unas pocas décadas. La falta de cabras montesas para las cacerías intentó cubrirse durante el tardo franquismo con la introducción de otros bóvidos foráneos, como el muflón y el arruí, especies que han tenido un impacto desigual sobre la flora y fauna local y en algunos casos han puesto aún más en aprietos a la cabra montés, pues compiten con ella por los mismos recursos. La competición por el alimento con el ganado domestico, el riesgo de hibridación con la cabra domestica y el riesgo de selección artificial por y para la actividad cinegética son también factores de riesgo para la conservación de algunas poblaciones.



Las subespecies que sobreviven podrían sumar cerca de 50.000 ejemplares, presentes en su mayor parte en Sierra Nevada, Gredos, las Batuecas, Els Ports, Muela de Cortes, Serranía de Cuenca, Alcaraz, Sierra Madrona, Sierra Mágina, Sierra de Cazorla, Sierra de Segura, los Filabres, Sierra de las Nieves y montes de Cádiz. También se han introducido unas cuantas cabezas en varios puntos del sector peninsular, como la Sierra de Guadarrama o el término municipal de Albaladejo (Ciudad Real). La Junta de Galicia lleva a cabo un plan de reintroducción a gran escala en la comunidad autónoma gallega desde 2003. Mientras que la caza de la especie no está permitida en muchas zonas, en otras, como en Gredos, se usa como medio para controlar su población debido a la escasez de depredadores naturales, a la vez que aporta valiosas aportaciones a las economias locales.

Fuentes:

-  Enciclopedia Wikipedia
-  Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles.


FOTOS TOMADAS EN ABRIL DE 2009 
















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Zorro Común o Rojo
(vulpes vulpes)

Los vulpinos (Vulpini) son una tribu de mamíferos carnívoros incluidos en la familia de los cánidos. Se conocen comúnmente como zorros, zorras, raposos o raposas. Actualmente están representados por unas 27 especies que se encuentran en casi todos los continentes, aunque la más extendida es el zorro rojo o zorro común (Vulpes vulpes), que habita en Europa y América del Norte. Otras especies importantes son el zorro polar el también conocido como zorro ártico, el zorro gris y el zorro isleño.


El zorro común o rojo (Vulpes vulpes) es una especie de mamífero muy conocida, de la familia de los cánidos, de distribución holártica, aunque también fue introducido en Australia en el siglo XIX. Es un animal silencioso y muy cauteloso, que caza sobre todo por la noche. Durante el día permanece oculto entre los matorrales o en sus madrigueras, excavadas en parajes secos y escondidos, a menudo entre las rocas, los barrancos herbosos y las espesuras.

Su
nombre científico, Vulpes vulpes, no es más que la repetición de la palabra latina, vulpes, que significa zorro. Su nombre común de zorro rojo viene de su coloración más habitual en la naturaleza, el pardo rojizo, aunque existen individuos de una gran gama de colores, dándose variedades como el denominado zorro plateado, que es de tonos grises y que se ha criado en cautividad con fines peleteros.


A diferencia de muchos cánidos, los zorros no son usualmente animales de manada. Son solitarios cazando su presa (especialmente roedores). Empleando una técnica de salto practicada desde una edad muy temprana, son capaces de matar a su presa raudamente. Se alimentan asimismo desde saltamontes a fruta y bayas. Presentan el fenotipo de glándula mamaria superdesarollada.


El zorro común es de lejos la especie de zorro más abundante, encontrándose en casi cualquier hábitat del hemisferio norte, ya sean bosque caducifolios o de coníferas, praderas, zonas costeras, la tundra alpina, la taiga o las mesetas montañosas. Es un generalista capaz de coexistir con especies más especializadas de zorros como el zorro ártico. El zorro es capaz de sobrevivir en zonas urbanizadas y densamente pobladas por el hombre.



La mayoría de los zorros viven entre dos y tres años, aunque pueden llegar a alcanzar los diez años, o incluso sobrepasar esa edad en cautividad. Son generalmente más pequeños que otros miembros de la familia Canidae, tales como; lobos, chacales y perros domésticos. Sus rasgos típicos incluyen un fino hocico y una espesa cola. Otras características físicas varían según su hábitat. Por ejemplo, el zorro del desierto tiene largas orejas y pelaje corto, mientras que el zorro ártico tiene pequeñas orejas y un denso pelaje.


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Muflón común o europeo
(Ovis orientalis musimos)


Mamíferos. Orden: Artiodactila. Familia: Bovidae 

Identificación

El muflón común o europeo (Ovis orientalis musimon) es un gran artiodáctilo de la subfamilia Caprinae que se puede encontrar en muchas partes dde Europa. Se extinguió hace milenios de este continente debido a la caza excesiva y los cambios climáticos, y quedó relegado a las islas de Córcega, Cerdeña y Chipre, habiendo sido reintroducido en esta última isla durante el Neolítico. En siglos posteriores volvió al continente de mano del hombre, donde se adaptó perfectamente y hoy en día es una especie en expansión, sobre todo en las zonas montañosas.


Descripción

El muflón europeo es un animal bastante grande que puede pesar hasta 50 kilos. Se asemeja a una oveja estilizada, de patas y cuello proporcionalmente más largos. La lana es mucho más corta y de color pardo oscuro, volviéndose blanquecina en morro, ojos, mitad inferior de las patas, glúteos y vientre. Los machos son más grandes y robustos que las hembras y están dotados de grandes cuernos que se curvan a ambos lados de la cabeza; las hembras, en cambio, no presentan cuernos o los tienen de muy escasa longitud.

En invierno, los  machos desarrollan en los costados unas manchas blancas que no aparecen en los individuos del otro sexo. Los machos tienen unos cuernos grandes, similares a las del marrano, que se curvan hacia atrás hasta casi cerrar un círculo y de mayor tamaño cuanto más viejo es el animal (máximo 80-90 cm ). Las hembras, si tienen cuernos, son muy pequeños, de 18 cm como máximo. Las diferencias entre machos y hembras no sólo son patentes en la cornamenta: los machos son más grandes, tienen una gorguera de pelo en el cuello y el pecho y presentan una coloración general más oscura.

El pelaje invernal es de color marrón chocolate con manchas blancas en las patas, la cara y la grupa, que es atravesada por una cola corta de color oscuro. El vientre es blanco. Los machos adultos también presentan una gran mancha blanca muy conspicua en medio de los flancos. El pelaje de verano es mucho más claro que el de invierno y las manchas blancas casi desaparecen por completo, salvo la de los flancos de los machos.


Distribución


El muflón es originario de las islas de Córcega, Cerdeña y Chipre. Sin embargo, desde mediados del siglo XIX se han llevado a cabo masivas introducciones de la especie en gran parte de Europa, en donde en la actualidad puede haber unos 60.000 individuos. Los primeros ejemplares traídos a España procedían de Córcega y se soltaron en el Coto Nacional de Cazorla en 1953. Desde entonces han proliferado las introducciones en otros muchos Cotos y Reservas Nacionales y en cotos privados de caza. Destacan las poblaciones en la Serranía de Cuenca, en fincas ciengéticas de los Montes de Toledo, Sierra de Andújar (Sierra Morena, Córdoba) y Extremadura, así como en Beceite (Tarragona). En Canarias ha sido introducido en el Parque Nacional de las Cañadas del Teide (Tenerife).



Habitat

Como ocurre con la mayoría de las ovejas salvajes, suele localizarse en zonas montañosas, tanto en bosques abiertos como en amplios pastos; suele visitar zonas de ecotono entre pastos y bosques, así como áreas rocosas y pedregosas, por lo general entre los 1.000 y los 1.500 metros de altitud. La mayoría de las poblaciones presentan una pequeña migración estacional, dispersándose por lo general hacia zonas de mayor altitud y ocupando grandes extensiones durante el estío, en otoño bajan a zonas de altitud media y durante la estación invernal se suelen concentrar en valles protegidos. En realidad es una especie que se adapta fácilmente a distintos medios, aunque prefiere el matorral y los roquedos.



Ecología trófica

El muflón es una especie herbívora que se alimenta de hierbas y brotes que crecen en las laderas de montaña. Se trata principalmente de un pastador, aunque en ocasiones ramonea brotes tiernos. En su dieta podemos encontrar fanerógamas, criptógamas, yemas, bellotas, hayucos, castañas, corteza, hoja verdes, hongos y líquenes, aunque suele seleccionar plantas herbáceas y gramíneas cuando éstas abundan.



Biología de la reproducción

Como la mayoría de las ovejas salvajes, los muflones entran en celo desde finales de otoño a comienzos del invierno. Los machos están organizados bajo una estricta jerarquía de dominancia determinada por la edad y el tamaño de los cuernos. Los combates ritualizados a base de choques frontales permiten el mantenimiento del estatus. Son pues los machos dominantes los que cortejan a las hembras en estro. Como la mayoría de los ungulados, son poligínicos, y sólo unos pocos machos se reproducen cada temporada, mientras que todas las hembras lo hacen. Las hembras de muflón no se reproducen hasta que tienen 2-3 años de edad, mientras que los machos no suelen poder aparearse hasta que no alcanzan los 5-7 años debido a los problemas en obtener un estatus social suficiente; pero ambos sexos son sexualmente maduros desde una edad más temprana: las hembras al año y medio y los machos a los dos años. El periodo de gestación es de 5,5 meses y paren 1-2 crías en primavera. El destete de las crías suele tener lugar a los 6 meses. Las hembras jóvenes permanecen en el grupo de sus madres; los machos, en cambio, son forzados a formar su propio grupo a los 2-4 años de edad.



Patrón social y comportamiento

Se trata de una especie social en donde cada individuo dentro de la manada posee un estatus jerárquico relacionado con edad, fortaleza y experiencia reproductiva. La comunicación se lleva a cabo mediante señales visuales y sonoras, como el silbido de alarma o una serie de balidos. Los rebaños suelen ser relativamente grandes en comparación con otras especies de ungulados, aunque la agrupación varía en número dependiendo de varios factores, como la estación del año o la disponibilidad de alimento. Los grupos son guiados por hembras de avanzada edad. En el periodo de celo y gestación, que va de noviembre a marzo, el tamaño medio de los grupos oscila entre 10-12 individuos, siendo estos mixtos, aunque se pueden localizar grupos bastante más grandes, de hasta 30 individuos. Los grupos de hembras son bastante estables y filopátricos, y al parecer los machos adultos facilitan el flujo genético entre los mismos por su mayor tendencia dispersiva. El resto del año existe segregación de sexos, permaneciendo las hembras agrupadas con sus crías, mientras que los machos suelen ser solitarios o conformando grupos pequeños. En la primavera las hembras ocupan las zonas con los mejores recursos, debido a los requerimientos energéticos que necesitan para reproducirse.


Interacciones entre especies

Los depredadores naturales del muflón son principalmente el lobo y el lince, principalmente en poblaciones centroeuropeas y al este del continente; las crías pueden además ser predadas por zorros y grandes águilas. En España, la escasez de depredadores naturales delega al hombre, en su actividad cinegética, como el principal responsable del control de sus poblaciones, sin olvidar la competencia interespecífica. Los parásitos helmintos han sido particularmente estudiados en esta especie.

Rastro. Los
excrementos son similares a los de la oveja: unas bolitas negras de 1 cm de diámetro (más pequeños que los de las liebres). Las hembras y las crías de muflón balan como las ovejas.

Fuentes:

- Jorge Cassinello (Museo Nacional de Ciencias Naturales).
-  Enciclopedia Wikipedia.

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1 comentario:

  1. Hola,
    Te felicito por tu blog en el que veo que inviertes mucho tiempo y trabajo. Tienes una buena recopilación de rutas interesante que seguramente me acabarán siendo de utilidad.
    Me ha gustado mucho esta sección dedicada a la CAZA FOTOGRAFICA, como tu la denominas. Me has dado la idea para hacer algo similar con las fotografías de animales que escasamente, por desgracia, me cruzo en mis rutas.
    Gracias por tu gran aportación desinteresada.
    Salu2

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