"Gracias montaña por haberme dado lecciones de vida, por que fatigado he aprendido a gustar el reposo, por que sudando he aprendido a apreciar un sorbo de agua fresca, por que cansado me he detenido y he podido admirar la belleza de una flor, la libertad de un vuelo de pájaros, respirar el perfume de la sencillez, por que solo, sumergido en tu silencio, me he visto en el espejo y espantado he admitido mi necesidad de verdad y amor, por que sufriendo he saboreado la maravilla de la cumbre, percibiendo que las cosas verdaderas, aquellas que llevan a la felicidad, se obtienen sólo con fatiga, y quien no sabe sufrir nunca podrá entender".

Battistino Bonali alpinista Italiano, Fallecido en la cara norte del Huascarán – Perú 1993.

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sábado, 7 de agosto de 2010

Aristeando Peña Halcón o el Picón de los Halcones. Cerrada del Pintor


La Cerrada del Pintor es posiblemente uno de los parajes más bellos y salvajes del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas. Situado en el Valle de Gualay este ha sido formado de manera formidable por el Arroyo de los Tornillos de Gualay el cual, despacio pero sin pausa, ha ido esculpiendo concienzudamente las bellas paredes y desfiladeros en los que consiste esta cerrada. Enclavado en el límite de las Sierras de Cazorla y del Pozo y más en concreto entre el Calar de Juana y la alineación montañosa en donde sobresale Peña Halcón en su extremo norte. Es en verano, con poca agua, el momento para acceder a él en un viaje de ida y vuelta pues en cierto punto del trayecto se hace casi imposible el paso salvo si se cuenta con material de escalada. 

El Picón de los Halcones tal y como lo denomina la cartografía Alpina o Peña Halcón, según del IGN, es un bello espolón de formas imposibles que se eleva 1.655 m sobre el nivel del mar, desde donde se domina el Valle del Guadalquivir, al oeste, y el de Gualay al sur. De imponente aspecto, sobre todo visto desde su vertiente oeste y norte, supone su mole un cambio obligado de curso del Arroyo de los Tornillos de Gualay hacia el este que no lejos de allí nace. Situado en el límite de las Sierras de Cazorla y del Pozo, al igual que la Cerrada del Pintor, rivaliza en belleza y majestuosidad con su "hermano", la Peña de los Tornillos, que junto a él, marcan la entrada a este mundo mágico.

Ruta en el recuerdo realizada en Mayo de 2010.

sábado, 28 de abril de 2007

Primeras Rutas de Muflón 2001: La Cerrada del Pintor II


La Cerrada del Pintor es posiblemente uno de los parajes más bellos y salvajes del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas. Situado en el Valle de Gualay este ha sido formado de manera formidable por el Arroyo de los Tornillos de Gualay, el cual despacio pero sin pausa ha ido esculpiendo concienzudamente las bellas paredes y desfiladeros en los que consiste esta cerrada. Con poca agua en verano es el momento para acceder a él en un viaje de ida y vuelta pues en cierto punto del trayecto se hace casi imposible de pasar salvo si se cuenta con material de escalada.       

Si la ilusión de todo padre es ver crecer a sus hijos sanos, felices y fuertes, la ilusicón de un padre, además, amante de las montañas hasta la médula, es verlo como lo hace también en estas. Pues esa ha sido mi suerte y mi satisfacción. 

Nueva experiencia por este rincón tan lleno de belleza... 

sábado, 2 de septiembre de 2006

Primeras rutas de Muflón 2001: La Cerrada del Pintor


La Cerrada del Pintor es posiblemente uno de los parajes más bellos y salvajes del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas. Situado en el Valle de Gualay este ha sido formado de manera formidable por el Arroyo de los Tornillos de Gualay, el cual despacio pero sin pausa ha ido esculpiendo concienzudamente las bellas paredes y desfiladeros en los que consiste esta cerrada. Con poca agua en verano es el momento para acceder a él en un viaje de ida y vuelta pues en cierto punto del trayecto se hace casi imposible de pasar salvo si se cuenta con material de escalada.       

Si la ilusión de todo padre es ver crecer a sus hijos sanos, felices y fuertes, la ilusicón de un padre, además, amante de las montañas hasta la médula, es verlo como lo hace también en estas. Pues esa ha sido mi suerte y mi satisfacción.